Las elecciones de este año fijan un precedente histórico para la vida democrática en el país, la semana pasada el Secretario de Gobernación Osorio Chong mencionó que las campañas electorales de este año fueron “las más despiadadas de todas” derivado de la guerra de acusaciones entre candidatos.
A 15 años de las elecciones presidenciales del 2000, en donde se vivió una ilusión democrática por el cambio de poder establecido por más de 70 años en el país, las cartas parecen estar volteadas, la ciudadanía muestra un descontento evidente con clase política y una desilusión sobre la democracia.
Lo anterior surge en gran medida por la inexistencia de contrapesos políticos y mecanismos de limitación al poder. Durante el mandato del Partido Acción Nacional (PAN) se vivió un enorme debilitamiento presidencial frente a una minoría en el congreso sumado a la inexperiencia a nivel burocrático, creando un caos institucional en todos los niveles de gobierno. Actualmente, se vive el caso contrario, se ve a un viejo PRI sin una limitación clara sobre el ejercicio del poder lo que ha derivado en diversos casos de corrupción, aumento en la inseguridad y crimen organizado.
Por otra parte, como resultado de la reforma política en donde se estableció la figura de los candidatos independientes pareció haber sido un punto de fuga para el descontento social sobre la clase política, sin embargo existen tres factores respecto al tema que hacen difícil el posicionamiento de esta figura política, la primera es el complejo proceso para poder llegar a la candidatura el segundo es el financiamiento para su campaña y por último es que la figura se desvirtúa al momento de ser usada como bandera por caprichos de políticos al no llegar a la candidatura de su partido.
En suma a todo esto, el triste panorama económico actual ha afectado la única esperanza que tenía el PRI para venderse como una buena posibilidad para las elecciones de este año en el sentido de las reformas constitucionales del sexenio, contrario a esto únicamente se ha visto la incapacidad para la aplicación de la Ley. La impunidad por homicidio es de 98% además, de que todos en los estados, en promedio sólo recaudan un 16%, lo que propicia que las entidades se encuentren con una deuda extrema.
Los resultados del domingo 5 de junio muestran el descontento democrático de la sociedad, por una parte la alternancia de poder posicionando como virtual ganador de la contienda en siete estados de la república al PAN, incluso obteniendo estados como Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo en donde nunca había perdido el PRI, y por otra el nivel de abstención, poniendo por ejemplo el caso extremo de la Ciudad de México con más de un 70%.
Si tomáramos en cuenta los resultados actuales para hacer una proyección al 2018, nos encontraríamos con que la fuerza de MORENA ha incrementado y la posibilidad de un candidato independiente importante está muy alejada de la realidad, sin embargo es evidente el descontento de la población hacia el gobierno actual lo que podría asegurar un cambio de alternancia en cualquier cargo popular.
También tenemos que tomar en cuenta la poca credibilidad y la falta de compromiso por parte de los ciudadanos para ejercer un voto, ya que un factor importantísimo dentro de las próximas elecciones es el abstencionismo, el cual podría causar resultados inesperados.
Lo anterior también se refleja en el fenómeno de elecciones tan cerradas como es el caso de la situación actual de diversos estados, en donde se ganó por un mínimo de puntos porcentuales a diferencia del candidato inmediato inferior. Este resultado en otros países hubiera sido suficiente para llamar a una segunda vuelta, sin embargo en nuestro país el sistema político no lo contempla ocasionando incertidumbre y posibles conflictos políticos.
Finalmente, de frente a las elecciones del 2018 los partidos políticos tendrán que replantear una estrategia democráticamente madura y ser autocríticos para generar cambios contundentes en las acciones gubernamentales a favor de la sociedad, procurando cambiar el “mal humor social” y atraer votos con mayor participación electoral.
La ciudadanía también tiene que jugar un papel importante, tiene que ser una ciudadanía mucho mas responsable y salir a exigir a sus representantes un buen gobierno y por lo menos exprese mediante el voto el descontento hacia el gobierno actual, se tiene que poner atención tanto al trabajo Legislativo como Ejecutivo y entrometerse mas en las decisiones que afectan a todo el país, sino la clase política seguirá actuando sin ningún tipo de limitación.
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