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LAS MEDIAS VERDADES SON LA MONEDA DE CAMBIO EN LAS REDES SOCIALES.

Hoy nos encontramos ante un futuro incierto, ¿la tecnología ayudará a resolver los problemas que presenta el mundo actual o resaltará lo peor del ser humano? Hace algunos años, con la explosión de las redes sociales, se realizaron una serie de estudios basándose en la capacidad de las mismas para poder influir temas políticos e incluso democráticos; en todos ellos la principal premisa sostenía que un mundo interconectado y el flujo continuo de información ayudaría a tener una sociedad mucho más informada y políticamente activa.


Actualmente, vemos que todo lo que se pensaba fue erróneo, la poca seriedad periodística en las redes sociales y la inactividad en “likes” y “shares” han generado movimientos políticos adversos propiciando unas campañas electorales como las de Estados Unidos, Brexit y el movimiento independentista de Cataluña.


Un estudio de 2016 de Pew Reasearch Center que analizó 376 millones de interacciones de usuarios de Facebook con más de 900 medios noticiosos; descubrió que las personas tienden a buscar información que se alinee con sus puntos de vista. Esto hace que muchos sean vulnerables a la aceptación y a la desinformación. Por ejemplo, después de que las noticias falsas, en junio de 2017, informaran que el fundador de Ethereum, Vitalik Buterin, había fallecido en un accidente automovilístico, se informó que su valor de mercado disminuyó en $4 mil millones.

En un reciente artículo de la “BBC Future” en donde se entrevistaron a más de 50 expertos en tecnología para catalogar cuáles serían los grandes retos del siglo XXI se estimó que la relación del internet, los medios y la democracia presenta un desafío serio para el próximo siglo.


Kevin Kelly, fundador de Wired Magazine mencionó que “el nuevo desafío al informar noticias es la nueva forma de la verdad. La verdad ya no es dictada por las autoridades, sino que está conectada por sus pares. Por cada hecho hay una contraparte. Todos esos hechos y contrasentidos se ven expuestos en línea, lo cual es confuso para la mayoría de las personas. La única forma en que un hecho se acepta como verdadero es conectarse con otros hechos que se consideran verdaderos.


Las medias verdades son la moneda de cambio en las redes sociales, la opción a una réplica argumentativa por parte de cualquier persona sin ningún tipo de filtro en cuanto la fuente de información, los hechos o el contexto en que se sustentan han generando que el centro de argumentación cree confusión e incertidumbre, divagando continuamente en un sin sentido.


La incógnita ya no es la misma que hace unos cuantos años, la era digital nos alcanzó sin poder anticiparla y ha afectado de forma contundente nuestra vida social. Lo que ahora está en juego es si surgirán métodos confiables para bloquear las narrativas falsas y permitir que la información más precisa prevalezca en el ecosistema de información en general, o se deteriorará la mala calidad y la falsedad de la información en línea debido a la difusión de ideas poco fiables y socialmente desestabilizadoras.

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