Autonomía es una palabra deseada y a la vez temida. Puede ser un estado ideal para muchos y para otros es irrealizable. Incluso se podría decir que muchos profesan acerca de la autonomía y en la práctica no la practican.
La autonomía no sólo es un deseo organizacional es un deseo personal. Hay un concepto antropológico conocido como la ‘Self-Determination Theory’ (La Teoría de la Autodeterminación). La cual sostiene que lo que más motiva a la persona a crecer y a cambiar es por las necesidades psicológicas internas. Estas son: sus aptitudes profesionales; su capacidad de relación; y su necesidad de autonomía. Buscamos naturalmente como seres humanos realizarnos, personalizarnos. Apostar por la autonomía es la mejor manera de motivar a tus colaboradores desde dentro.
La Teoría de la Autodeterminación no apuesta por la motivación externa más bien apuesta por la motivación interna. A veces invertimos mucho o hasta demás en nuestra motivación externa. Y nos quedamos con el horario flexible, con las prestaciones, con la «eventitis» en nuestra organización o las charlas «motivaciones» o meras «integraciones». La Teoría de la Autodeterminación va al fondo. Que en las organizaciones se manifiesta en las maneras en que trabajamos, organizamos y dirigimos.
A veces se tiene un concepto de transformación o reorganización que no tiene muy claro el concepto de autonomía. Ya en otros posts hemos hablado de ‘La nueva Era de la Consultoría‘, de ‘La Buena Transformación del Futuro del Trabajo‘. La autonomía en las organizaciones se refleja con la autonomía de los equipos.
¿Cómo puedes empezar con lo básico con la transformación de los equipos? ¿Cómo puedes aplicar la ‘Self-Determination Theory’ a tus equipos para que no quede en el aire?
I. Tener nuestro propósito claro. Sabemos que el propósito es nuestro norte, la razón por la que nos despertamos día con día. Pregúntate si tu propósito organizacional: 1) ¿Se puede fraccionar?, es decir si no es sólo aplicable a la organización sino que además es aplicable a cada uno de los equipos. 2) ¿Es práctico? o ¿queda muy en el aire? 3) ¿Hay identificación? Me inspira o no ese propósito. 4) ¿Es evolutivo?, o ¿es muy temporal?
II. La estrategia sale de los equipos y no viene de arriba a abajo. Es un parteaguas en la manera de entender la transformación. La mejor estrategia es la que surge de los insights y aprendizajes de los equipos. Que se pueden ajustar a ella. Pregúntate: si tus equipos están o no habilitados para cambiar sus formas de trabajo con base a sus descubrimientos. Va al ‘core’ de la autonomía: utilizar los métodos que mejor se adapten a mi.
III. Enseñarles cómo colaborar dentro de los equipos. El reflejo del Sistema Operativo de Trabajo es el Chart de los Equipos. ¿Tienen claridad en él? Directamente va a su capacidad de relación. Y esto es ir al fondo del asunto, no quedarse en un mero taller o en una bonita experiencia. Vale la pena Invertir en sus formas de trabajo.
IV. Saber cómo usar su autonomía. Es uno de los riesgos de no apostar por la autonomía o no tenerla en cuenta. Y para ello hay que hacer muy incisivos. De ahí que en Polymath acompañemos a los equipos a ir creando este músculo de cambio en los equipos con pequeños ciclos de Transformación. Buscamos que cada uno de los equipos perciba y palpe el cambio. Hay que ayudar a que los equipos reflexionen y que ellos realicen los cambios por su parte.
Este cuadro de cómo ceder autonomía te puede ayudar:
¿En dónde está tu zona de colaboración?
V. El experimentar rápido y aprender rápido depende de la autonomía que se les dé. Realizar los design sprints en los equipos, tienen que estar habilitados para poder aplicar los descubrimientos ahí encontrados. Así irán incrementando sus aptitudes profesionales porque las estarán llevando a la práctica. De lo contrario la decepción será mayor.
Recuerda que la autonomía no significa independencia de todo. Es más bien una interdependencia, los equipos han de estar interconectados con los otros equipos. Como la vida misma la personalización no implica individualidad, somos seres en relación.
Si queremos triunfar en nuestra transformación la autonomía tiene que triunfar en nuestros equipos y eso nos transformará.