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EL EMPODERAMIENTO DEL PERSONAL

Recuerdo cuando me gradué de mi Máster en Derecho de Empresa salí con toda la ilusión de aplicar todos los conocimientos adquiridos, contribuir y aportar todo lo que yo pudiera. Recuerdo haber entrado el primer día a la oficina de uno de los socios del despacho; a su derecha tenía un buen expediente sobre un asunto de una fusión de sociedades. Tema que me apasionaba y además sabía del mismo. Pregunté si podría ayudar, hizo una cara de desprecio. Y  me dijo que tenía que regresar a mis actas constitutivas y quedarme un rato ahí.


Cuántos nuevos empleados llegan con ilusión a sus nuevos trabajos, esperanzados y dispuestos a crecer y cuántos son tan poco aprovechados. Los grandes despachos y consultorías tienden a hacer muy jerárquicos y cumplir con la carrera jurídica. Entiendo que la confianza y la praxis del Derecho se van haciendo poco a poco. Lo que no entiendo es que se tenga que dejar fuera el talento o que sólo se les deja realizar tareas muy básicas.

En Nuestra Era el trabajo no sólo es visto como forma de supervivencia sino como un medio para la realización de la persona y ya no es el único medio. Se ha tratado de ganar al trabajador a base de dinero, cuando el mejor regalo para el personal ha de ser su propio trabajo. Que se encuentre el mismo ahí, que se realice como persona.

La tesis de la Self Determination Theory es: «All humans beings have powerful needs to be autonomus, competent and related to others

Las personas necesitan sentirse en control de lo que hacen, en control de sus comportamientos. Necesitan crecer en lo que hacen, saber más cada día, crecer en experiencia, desarrollar habilidades, evolucionar. Además de buscar conectar con sus compañeros de trabajo. En un lugar donde se deja hacer y se construye en colaboración se crea identidad y sentido de pertenencia en esa organización.

¿Cómo se puede ir empoderando al personal?

– Empieza por preguntar a tu personal qué es lo que echan de menos, en qué les gustaría ayudar además de lo que ya hacen día a día. Puede ser que te digan desde llevar los festejos de cumpleaños. Puede ser algo que te extrañe pero a veces llega a tanto el control que ni se les deja festejar, quizás hasta se nos pasa el cumpleaños del compañero porque está controlado por la Administración.

– Responsabilidad Social llevada a cabo por tu personal. Pregúntales si conocen alguna comunidad a la que quieran ayudar. Puede ser incluso el barrio por donde viven o el barrio en el que alguno de tus empleados pasó su infancia. De ahí pueden surgir verdaderos proyectos de Responsabilidad Social que sean escogidos por el personal y que conozcan quién es el beneficiario. Además de motivar, ayuda a generar comunidad, inspirarlos a ser verdaderos héroes.

¿Qué tipos de comisiones tienes? ¿Tienes alguna comisión de cultura, por ejemplo?

Esta comisión se puede encargar de pasar alguna TED Talk, proyectar alguna película, llevarles al resto de la organización a alguna exposición al museo o a alguna cata de vinos; pueden surgir cosas tan originales y tan diversas como tu personal.

Pequeños tips que puedes realizar hoy y que perduren. Empieza a experimentar el macromanaging y dejar de lado elmicromanaging. Este último no vale la pena: se gastan los directivos, los empleados, no avanza la organización y no crecen los empleados. Se te van los empleados y un Millennial ni entra. Con el empoderamiento podrás empezar a notar incluso como el personal se va apoderando del lugar de trabajo, ¡qué sano!, ¿no?

Conocido es el caso de Google en donde cada uno de los empleados puede utilizar el 20% de su tiempo para realizar cualquier proyecto que quiera. De este mindset salieron proyectos como Google Maps, Google Glass, Google AdWords, entre otros. El empoderamiento nos lleva a ser más creativos. Vale más el empoderamiento que cualquier tecnicismo o «certificado» de creatividad que uno pueda realizar.

Podemos darnos cuenta con un simple vídeo lo bien que se puede trabajar y disfrutar del mismo, como en Trivago.

Ojalá que en nuestras organizaciones pase aquello que decía el papá de un buen amigo, Antonio González-Barros: «El trabajo supone un tercio de nuestro viaje por la vida. Es un viaje que los seres humanos emprendemos para encontrarnos a nosotros mismos. Si nos equivocamos en ese objetivo de encontrarnos, ya poco importa que otras cosas podemos encontrar.«

¿y tú ya te encontraste en tu trabajo?
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