top of page

EL SINDICALISMO MEXICANO

Conclusiones


El sindicalismo mexicano como en casi en todas las áreas de trabajo, del derecho, vinieron tarde y por influencia del exterior. Como habíamos dicho en la introducción el sindicalismo viene como respuesta a la Revolución Industrial, aunque en México ésta vino tiempo después, principalmente en la época porfiriana. Y como respuesta desorganizada ya que no se tenía ningún sustento jurídico, en el sentido positivo de la palabra ya que no se encontraba en ningún cuerpo jurídico mexicano; aunque sí se podría hablar que tendría su sustento en el Derecho Natural. Y esto es porque el derecho a un trabajo digno viene de la dignidad humana al ser un sujeto único e irrepetible que está llamado a su trascendencia y desarrollo personal por encima de cualquier interés particular ajeno a su persona.


El sindicalismo en México aunque ya se ve manifestado, como dijimos en la mera dignidad humana que sustenta al Derecho Natural, en las huelgas durante la época del General Díaz, y más acentuadas en la huelga de Cananea y Río Blanco. Y paralelamente al movimiento obrero, se podría hablar del movimiento agrario, representado en la Revolución Mexicana mediante Emiliano Zapata. Plasmándose esta realidad en la Constitución Mexicana de 1917 y específicamente en el artículo 123. En donde todos aquellos derechos por los que luchaban aquellos obreros se ven ahora reflejados, contemplados y sustentados y protegidos mediante amparo.  Por tanto podría llamarse también como un triunfo a la perseverancia y fortaleza de unos cuantos para manifestarse y defenderse en sus derechos laborales. Humanizando en todos los sentidos al ámbito laboral.


Por otro lado había que señalar también los extremos a los que hemos llegado, y en el que ninguna autoridad gubernamental se ha atrevido a arrancar de raíz, uno de ellos es la Junta de Conciliación y Arbitraje, en donde día a día triunfan los sobornos, la burocracia, el compadrazgo y donde gobierna el derecho al no trabajo remunerado y libre de impuestos. En donde los legos del Derecho son los que triunfan y no ha habido ningún cambio de legislación relevante que extermine a dichos roedores.


Por otro lado habría que destacar el entorpecimiento de la economía, la lentitud y el poco desarrollo humano que se da en los sindicatos. Se crearon con el fin de proteger al trabajador, ahora muchos de estos se mantienen con el fin de no trabajar y aprovechar el trabajo de los que sí quieren trabajar. Qué ironía es el observar a “trabajadores” de la “educación” en huelga, sin estudios y dejando a tantos sin estudios. Algunos creyeron, ingenuamente, que con la detención de la máxima dirigente de la SNTE acabarían de una vez los problemas de la educación, pero gobiernos temerosos de arrancar los problemas de raíz ha llevado al surgimiento de bosques de retraso y poco trabajo.


Finalmente habría que llamar a los empresarios, a mantener, en la medida de lo posible, un ambiente muy humano en las empresas que promueva no sólo el respeto de los derechos laborales, sino también el desarrollo integral personal con buena remuneración de los trabajadores que ayudará a la motivación de los mismos.  Lugares de trabajo en el que se cuide el ambiente, que no sólo sea una mera “misión”, “visión” de la empresa sino que realmente se viva. Necesitamos verdaderos empresarios sociales y un Estado que no quiera meterse en todos los asuntos y entorpezcan el avance y desarrollo del sector privado. Y permitir por un lado el aseguramiento privado, la atención médica de primer nivel que lamentablemente no se da en el IMSS pero a cambio si pide unos pagos de cuota elevadísimos que no se corresponde con su calidad. Ya es tiempo de una democracia madura, del dejar hacer al ciudadano mexicano, siendo esta la verdadera revolución laboral.

bottom of page