Hoy en día todo mundo es consciente del cambio que Internet está realizando en nuestras sociedades. A raíz de esto, las compañías, grandes y pequeñas, buscan ser más digitales y migrar a Internet. Pero, ¿qué significa esto realmente?
Para muchos significa programar una página web, o abrir una fanpage en Facebook, para otros, comercializar productos a través de Mercado libre pero… ¿Es esto realmente una migración digital?. Aunque ninguna de estas respuestas es incorrecta, la variedad de perspectivas reflejan una falta de alineamiento y visión común de cómo debe plantearse una estrategia de negocio en la era digital. Estas iniciativas llevan a las empresas a perder grandes oportunidades, tener un pobre desempeño e incluso hacer inversiones incorrectas. Los líderes de las empresas deben tener una clara comprensión de lo que “digital” realmente quiere decir para ellos y para sus empresas.
Es muy tentador buscar definiciones sencillas de lo que significa ser una empresa digital, pero para que realmente aporten valor, pensamos que ser digital debe ser visto como una forma de hacer las cosas. Para esta definición se deben considerar tres atributos: (I) la modificación tecnológica del mercado, (II) la digitalización del valor agregado de la empresa y (III) el empoderamiento de la organización a través del uso de herramientas digitales .
I) La modificación tecnológica del mercado:
Ser digital implica estar abierto a reevaluar tu manera de comprender y realizar acciones que aporten valor al mercado de hoy en día. Para algunas empresas puede ser ampliar sus servicios a nuevas categorías, para otros, puede ser identificar y atacar nuevos valores en operaciones ya existentes.
Encontrar valor en los sectores emergentes exige actualización continua para entender los cambios en el mercado y evaluar si representan oportunidades o amenazas para la empresa. Además, se tiene que entender el comportamiento y las expectativas que los consumidores están desarrollando dentro y fuera de tu empresa, para adelantarse a tendencias que pueden aumentar o disminuir el valor de la operación.
II) Digitalización del valor agregado de la empresa.
El siguiente elemento digital es reevaluar cómo aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar el servicio al cliente. Una operación digital exitosa se distingue por su obsesión de entender cada paso de compra para el cliente y pensar en cómo las herramientas digitales pueden diseñar y entregar la mejor experiencia posible para el cliente.
Para ser digital se debe implementar una dinámica cíclica donde los procesos y capacidades estén constantemente evolucionando basados en la retroalimentación del cliente, fomentando así la recompra del producto o generando lealtad a la marca. Para hacer esto se requiere de 4 habilidades que deben estar conectadas entre sí:
I) Decisiones proactivas: Esto requiere de hacer decisiones basadas en inteligencia que entreguen contenido y experiencias personalizadas y relevantes para el cliente.
Interactividad: Analizar cómo el cliente interactúa con la marca y modificar estas interacciones para mejorar la experiencia del cliente. Estas interacciones generan una corriente de inteligencia que permite a las marcas hacer mejores decisiones de lo que realmente quieren sus clientes, habilitando a las empresas a mezclar lo digital con lo físico.
Automatización en tiempo real: Para apoyar esta dinámica cíclica de dar y recibir con los clientes y ayudarlos a completar una labor se requiere de una extensa automatización. Automatizar las respuestas al cliente permite al usuario resolver sus dudas por sí mismos y ahorrar tiempo a la empresa y al usuario.
Innovación enfocada a experiencias: Dar un buen servicio a los clientes le da permiso a las empresas a ser innovadoras en la manera que interactúan con los clientes y en la manera que les venden. Estas innovaciones impulsan más interacciones, crean más información y aumentan el valor de la relación entre el cliente y la marca.
III) El empoderamiento de la organización a través del uso de herramientas digitales .
El último elemento de la definición “digital” trata sobre el proceso tecnológico y organizacional que permite a la compañía ser ágil y rápida. Este fundamento se conforma por dos elementos:
Conjuntos mentales: Ser digital se trata de usar la información para hacer mejores y más rápidas decisiones, delegando la toma de decisiones a equipos más pequeños y desarrollando maneras más rápidas de hacer las cosas. Pensar de esta manera no debe limitarse a solo un par de funciones, debe incorporarse esta filosofía a la totalidad de la empresa en un proceso gradual.
Arquitectura de sistemas e información: Lo más importante de la información tecnológica es el compromiso a construir redes que conecten dispositivos, objetos y personas. Se deben crear sistemas automáticos y optimizar procesos.
En resumen, ser digital significa descubrir la oportunidad de crecimiento que implican las nuevas tecnologías. La aplicación concreta de estos conceptos depende de las circunstancias particulares de cada empresa, para ello hemos generado una consultoría que brinda asesoría personalizada en este proceso, si desea conocer más sobre nuestros servicios haga click aquí.
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